Basílica de Covadonga

El Real Sitio de Covadonga posee el conjunto monumental más visitado de Asturias. Es un santuario dedicado a la Virgen de Covadonga (La Santina), y conmemorativo de la Batalla de Covadonga, lugar con gran importancia histórica y desde luego con un entorno extremadamente bello como son los Picos de Europa. Cerca de la Santa Cueva y el conjunto monacal se alza la Basílica (desde 1901) de Santa María la Real de Covadonga, es un templo religioso de culto católico. En 1777 un incendio destruyó el antiguo templo, que se encontraba contiguo a la Santa Cueva, se decidió entonces levantar uno nuevo a modo de monumental santuario, ideado por Roberto Frassinelli y levantado entre 1877 y 1901 por el arquitecto Federico Aparici y Soriano, es de estilo neorrománico avanzado alemán, con elementos normandos e italianos. El edificio se asienta sobre una gran terraza y la fachada principal llama la atención por las esbeltas agujas que rematan las torres, en todo el edificio destaca la tonalidad rosácea por el tipo de piedra caliza que contrasta con el verde del paisaje.

Además, en la explanada de la Basílica se encuentran:
– La Casa Capitular del Monasterio de San Pedro, que consta de la Sala Capitular, una biblioteca y un salón de recepciones.
– El Museo del Real Sitio de Covadonga, conserva obras de gran valor así como distintas donaciones entregadas en forma agradecimiento a la Santina.
– La estatua de Don Pelayo, hecha en bronce por el escultor Eduardo Zaragoza en 1964.
– La Campanona, campana de tres metros de altura y 4.000 kilos de peso construida en 1900 en La Felguera cuyo escultor fue el italiano Sortini, donada por el Conde Sizzo-Norris y Luis Gómez Herrero. Ganadora del primer premio de la Expo de París.
– El obelisco con la réplica de la Cruz de la Victoria de 1857, levantado por los duques de Montpensier en el lugar llamado «El Repelao», donde la tradición dice que Don Pelayo fue coronado Rey.

Creo que todos los que llegamos a Covadonga nos sentimos atraídos principalmente por la Santa Cueva… allá vamos..
Un recorrido de paso, a modo de gran pasillo, horadado en la roca y que nos conduce a la Cueva Santa. En la entrada de acceso a la gruta encontramos un espacio en el que los cirios o velas, a modo de ofrendas y peticiones, son colocados cada día por cientos de peregrinos que visitan el lugar.

El elemento central del Santuario es la Santa Cueva, donde se encuentra la Capilla-Sagrario con la imagen de la Virgen de Covadonga y la tumba de Don Pelayo. Según la tradición, en este lugar se habría refugiado Don Pelayo durante la Batalla de Covadonga y la virgen le guió hacia una victoria que parecía imposible, (históricamente fue el comienzo de la reconquista de España a los musulmanes)
Lo que no cabe duda es lo mágico del lugar, una cueva, una pequeña capilla, una cascada que nace de la misma cueva y una gran devoción a la imagen de la Virgen de Covadonga (a la que cientos de fieles y curiosos visitan diariamente).

Una escalera repleta de promesas
Son 103 escalones de acceso a la Santa Cueva (que parten desde la zona del estanque) y que la gente que tiene la necesidad de manifestar un sentimiento sube de rodillas con gran devoción para agradecer o pedir favores a la ‘santina’.

La Fuente de los 7 caños
En Asturias existe una fuente a la que se le otorgan poderes amorosos y que según reza la creencia popular otorga matrimonio o amor, antes de que acabe el año, a la persona que beba de todos sus caños. Esta fuente se encuentra debajo de la cueva donde está La Santina de Covadonga, se alimenta por un caudal que surge de la pared rocosa a través de una réplica de La Cruz de la Victoria adosada a la roca. Un flujo de agua que sale entre los brazos de la cruz, cae sobre una pila y por siete caños vuelve a caer a una balsa de piedra.
El lugar recibe el nombre «Fuente del matrimonio» y LA TRADICIÓN AFIRMA QUE: «HAY QUÉ BEBER SIN RESPIRAR DE LOS SIETE CAÑOS, SI EN EL CURSO DE UN AÑO SE QUIERE CASAR»
Al lado de ésta también hay un estanque en el que se tiran monedas para pedir un deseo y de momento ¡no falla.!!

Monasterio de San Pedro
Junto a la Santa Cueva se erige el Monasterio de San Pedro, habitado por una comunidad de canónigos. El edificio incluye una casa de ejercicios espirituales.